A Amigos Opus Dei




FIESTA DE NUESTRO PADRE


Para Wili: Por dejar entre nosotros  --con tanta ilusión y con ejemplar entrega-- la semilla de una obra, la luz de un mensaje y el resplandor inequívoco de una esperanza.

Un abrazo


Un camino, una senda, un surco, una forja de amor, un Jesús que pasa, una obra, una luz nueva, un nuevo amanecer, una gracia especial, una vocación..... ¡Una respuesta!


ANIVERSARIO DE LA MARCHA AL CIELO DE DIEGO                                 15  – SEPT. – 98

Contigo  hemos podido todos ver florecer, con ilusión, la fecunda semilla de esta maravillosa obra, tan querida de todos como es el Opus Dei. Tú eras de esa tu obra: fiel instrumento; la servías con amor y la querías con locura. Vivías en plenitud tu vocación, identificado plenamente a tu llamada. El Padre se  podía apoyar en ti, porque  eras conocedor de  la heroica poesía escondida en la aparente rutina de cada día. Supiste hacer, con la constancia más rigurosa, de "borrico de noria". Y distes una y mil vueltas,  ejemplarmente. Y  todas y cada una por amor: un amor lleno de vitalidad, de alegría, de cariño...
Diego, tú habías vislumbrado eficazmente la heroica santidad de Nuestro Padre, habías descubierto: la senda, el cauce, el camino, la forja, en definitiva: ¡ el amor !
Y para ti, ese fascinante descubrimiento, es ya, en  el hermoso paraíso de los elegidos: tu corona, tu premio, tu tesoro, tu gloria...


31-OCTUBRE-98    DEDICATORIA
PARA SUS PADRES: MANOLO Y PILAR.

María Ángeles
Mientras tu marchabas  vertiginosamente desde la tierra al paraíso tus padres  y yo hablamos de ti, ellos lo hacían con la pasión de unos padres que aman a su hija con todas la fuerza del cariño. Tú ahora que gozas ya de la presencia de nuestro  Padre Dios háblale allí de ellos;  habla de aquellos que tanto te han amado, de la profundidad de su amor hacia ti. Y pide para ellos, a tu Señor: la paz, el gozo, la alegría y la fidelidad en la fe, explícales que la vida junto a Dios: vale la pena, vale la pena, vale la pena.
Mª Ángeles con cariño un  beso