472 La fe en Dios y la salud.
Las personas que asistían a actos religiosos, más de
una vez por semana, se les reducían un 30 por ciento las probabilidades de
morir joven.
Así de categórico se muestra un estudio de la Escuela
T.H. Chan de Salud Pública de la Universidad de Harvard, en Estados Unidos.
El artículo ha salido publicado en “Archives of
Internal Medicine” y el autor principal del estudio, Tyler VanderWeele, explica:
·
“Podría haber algo importante en la asistencia a actos religiosos más allá
de la espiritualidad”.
Entre los beneficios que se han encontrado tenemos:
·
Un mayor apoyo social.
·
Menor drogadicción, tabaquismo y alcoholismo.
·
Menor depresión.
·
Y una perspectiva más optimista y esperanzada de la vida.
No es el primer estudio que muestra los beneficios de
la religión para la salud. Un estudio de “The London School of Economics and
Politica Science” ya mostró hace tiempo que la única actividad asociada a una
felicidad sostenida está relacionada con la asistencia regular a la Iglesia, o a
la sinagoga:
·
No se trata sólo de un beneficio por el sentido
de pertenecer, sino que debe existir algo más.
·
No se trata sólo de una ayuda a nivel mental, ya que otras actividades de
pertenencia, como participar en organizaciones políticas o dentro de una
comunidad no ofrecen datos tan positivos.
De igual manera, otro estudio ratifica la sensación de
felicidad de los religiosos:
·
La web PayScale publicaba la lista de los trabajos con mayor grado de
satisfacción laboral expresada por los empleados y curiosamente la profesión
que otorga más felicidad es la de los sacerdotes.
·
El 98% de los sacerdotes o clérigos muestra que
su empleo es significativo para ellos.
Seguido muy de
cerca, por el 96% de las personas dedicadas a la educación o a cuestiones
relacionadas con actividades religiosas.
Son muchos los estudios, las encuestas, los análisis
que demuestran la clara vinculación de la salud física y mental, la felicidad y
la alegría con las cuestiones religiosas:
·
“La ciencia no puede demostrar la existencia de
Dios, pero sí comienza a demostrar que creer en Dios es bueno, muy bueno para
el hombre”.
Y parece ser que bien lo saben todos los que practican
actividades religiosas, y por ello lo hacen a diario.
Se espera que en los próximos años salgan nuevos
estudios más exhaustivos y pormenorizados que confirmen estas tesis.
Habría que tener en cuenta que una posible limitación
del estudio realizado es que la muestra se centró principalmente en mujeres
cristianas de raza blanca que además eran enfermeras de Estados Unidos y con un
estatus socioeconómico similar.
Por tanto hipotéticamente las conclusiones, no son
generalizables:
·
A la
población, hombres y mujeres, de otros países.
·
U otras
zonas con libertad religiosa limitada.
Los investigadores
analizaron los datos de 74.534 mujeres que participaron en el Estudio de Salud entre
1992 y 2012.
Las mujeres
respondieron a cuestionarios sobre su: dieta, estilo de vida y salud; y sobre
su asistencia a servicios religiosos.
Fuente: Álvaro Real
Publicada en DIARIO DE ÁVILA Digital 31 de mayo de 2016
Publicada en “Cartas al
Director, Tu voz en la red” Digital 31
de mayo 2016