259 Dígamelo otra vez


259    Dígamelo otra vez

Tengo en la mente el recuerdo de un pequeño documental que pusimos a los alumnos del IES Reyes de España, los cuales también quedaron sobrecogidos por la emotividad del mismo. La Madre Teresa de Calcuta encuentra en un lugar público a una mujer moribunda. En el documental se contemplaba la tragedia de aquella mujer en ese trágico tránsito. Es tremendo ver la silueta de  la muerte, ella ha acumulado en sí durante muchos años las rigideces, la dureza y la austeridad  de la vida. La mujer está tremendamente dolorida, en sus ojos se dibuja también la huella de la muerte, en su voz le falta  todo aliento de vida. La mujer estaba agonizante, a punto de morir y la Madre Teresa de Calcuta le abraza con todas sus fuerzas y  le dice: “te amo”. El rostro de la mujer resplandece, el cuerpo da una sacudida, los ojos se abren y ella mira a la Madre: ilusionada, con cariño, y le dice ella a la Madre Teresa de Calcuta, dígamelo otra vez, dígamelo otra vez y la Madre le repite: “te amo” ella de nuevo encuentra en aquellas palabras la gratitud del  consuelo, un gran consuelo; la mujer va  a morir pero está experimentando la tremenda dicha de sentirse amada en estos difíciles y trágicos momentos. Teresa le repite una y mil veces: “te amo” “te amo” “te amo” y la mujer vibra de “entusiasmo” o de “gozo”  o de “dicha” dentro de si. Posiblemente en aquella mujer nunca se habían unido con tanta fuerza y tan intensamente el dolor y el amor. De todas maneras una cosa esta clara los Santos hacen maravillas y si hubiera más Santos, descubriríamos más maravillas. Al final la mujer murió. Pero murió rodeada de amor, feliz, dichosa y de las manos de nuestra Santa se fue al encuentro con Dios. A la Madre Teresa se le escapo el amor, ese amor como en tantos otros casos voló ¿Cuantas miles de personas se habrán ido de sus santas manos al cielo? Es la Liturgia quizás poco conocida de la salvación del ser humano. Un Dios que solo toca y salva, un Santo que solo toca y salva, un sacerdote que misteriosamente salva. Es la liturgia escondida en los sacramentos, es la liturgia del amor, es la liturgia de la fe en Cristo Jesús.

Publicada en Diario JAÉN    22 de julio de 2013

Publicado en Forumlibertas.com   18 de octubre de 2013

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