451 En
riesgo los pilares democráticos.
La
democracia es el pilar fundamental que robustece: nuestra convivencia, nuestra
paz, nuestro progreso, nuestra justicia y nuestra libertad. Poner en juego todo
esto para que peligre supondría una indecencia institucional, un posible caos
que podría tener unas consecuencias nefastas y tremendas.
La
democracia es la que custodia infinidad de aspectos de especial relevancia;
perder todo esto supondría:
·
Una insensatez, un desorden, un atrevimiento negligente, una canallada
y una cobarde acción que perjudicaría fatalmente a todos los españoles.
No
caigamos en el error: de la insensibilidad, ni el de la dejadez, ni el del
pasotismo. No nos dejemos engañar, pues hoy, hay:
·
Muchos que son lobos con piel de cordero.
·
Muchos traidores.
·
Muchos buscavidas holgazanes.
·
Muchos avaros de poder.
·
Muchos mentirosos.
·
Muchos dictadores camuflados.
·
Muchos mentecatos.
·
Muchos que quieren nuestros votos para traicionarnos y traicionar a
España.
Ya
hemos visto cómo durante estos años anteriores muchos han vaciado nuestras
arcas y han robado nuestro dinero sin escrúpulo e indignamente y aun así siguen
justificando su mezquindad y su indecencia.
Estos
aspectos que a continuación voy a señalar considero que están en juego en la
actual democracia, y o los cuidamos o puede suceder fácilmente que haya un
brusco deterioro de la democracia, que traiga consigo para España una fuerte
crisis democrática, con la que se pueden tambalear los pilares que la
sustentan.
Sería
bueno poner el remedio antes de tener que lamentarnos del tesoro perdido. Por
lo tanto cuidemos con nuestro actuar y con nuestro voto:
·
La honestidad democrática.
·
La honradez democrática.
·
Los principios democráticos
·
La credibilidad democrática.
·
Los valores democráticos.
·
La cordura democrática.
·
La libertad.
·
La autoridad del
Congreso
·
La seriedad y
sensatez política.
·
La Constitución.
·
La fiabilidad de
los políticos.
·
La decencia
política.
·
La coherencia
democrática
·
La educación
política y democrática.
·
La cultura democrática.
·
La defensa de la
democracia y de la razón.
·
El progreso y la democracia.
Antes
de votar, antes de elegir a nuestros representantes: pensemos, razonemos y
analicemos; el voto nos puede traer el bienestar o el ocaso.
¡No
te fíes!, el bienestar nos corresponde,
pero depende de nuestra sensatez. No tires tu voto por la alcantarilla en donde
habitan los miserables. Sé, y lo puedes ser, sensatamente sensato y no, ¡y
perdona!, estúpidamente estúpido.
Tu
voto es un acto de ciudadanía, ejércelo ¡pero! inteligentemente.
Publicada
en “Cartas al Director, Tu voz en la red” Digital 9 de mayo
2016