37 Andújar y la Vera-Cruz
Andalucía, tierra de contrastes, de bellos contrastes, aúna en sus tradiciones
Ia esencia Divina y eI buen hacer humano, la belleza estética de Io celestial y
lo vibrante del quehacer terreno.
Los andaluces saben, con Ia destreza del artista, compaginar Ia luz que da
vida y las sombras que entristecen nuestros sentidos, eI color que enriquece y
la oscuridad que llena de vacío Ia profundidad del infinito.
Los andaluces, con su hombría de bien, saben hacer de una fiesta un canto
a la esperanza y de una feria un lugar de encuentro con Ia más rica de las
tradiciones. Y saben aunar Ia alegría desbordante de una feria con el rigor
austero de una cofradía pasional de Semana Santa, aunque esta de silencio
fuera.
Podemos decir con acento poético que eI silencio: profunda oración de los
sentidos se rompe, para dar paso aI cante y al baile: oración del cuerpo, si es
ofrecida al Hacedor Divino, como bella ofrenda de arte y de vida.
En Andújar, y en su feria, he contemplado el buen hacer de unos jóvenes,
mujeres y hombres, cofrades de Ia Vera-Cruz y he descubierto, en ellos, de nuevo
la rica vivencia de nuestra tradición. La caseta eI Capirote, caseta cofrade,
es una llamada para que nuestra alma descubra que aun en fiestas tiene que
estar predispuesta a la trascendencia Divina de
nuestro caminar terreno.
El capirote -pues así se llama acertadamente Ia caseta- es símbolo de austeridad
cofrade, en nuestra cabeza aI procesionar con él, puede ser y es, si así lo
queremos, una corona penitente que nos recuerda a un Cristo que por amor,
recorrió con Ia cruz la más dura de las vías dolorosas, y esto en una feria es,
de nuevo, una llamada a Ia pureza de nuestras costumbres, a Ia limpieza de
nuestra vida, es además una seria llamada a la solidaridad, pues estos jóvenes
dedican, con tremenda generosidad, gran parte de estos ingresos a la acción
social, en pro de los más necesitados.
EI ejemplo, bello ejemplo que también he podido detectar en otras ciudades
de nuestra tierra: Linares, Jaén, Córdoba, Almería, Granada, Sevilla.... tiene
que llegar a todos, para que nuestro Maestro: Jesús Nazareno que orgulloso
recorre nuestras calles, en la sacra semana de pasión, cada día más, vaya haciéndose
presente en nuestro acontecer diario: En el trabajo, en Ia fiesta, en el
descanso..... y Andalucía tierra del Hijo y de la Madre, bella Madre Divina,
hundirá -de nuevo- sus raíces en la rica
tradición cristiana, de la que siempre ha hecho gala, para ejemplo envidiable
de tantos que, cuando vienen, se sienten sorprendidos de Ia autenticidad de
nuestra vida, Ilena a rebosar de la dignidad que le proporciona eI inconmensurable
don Divino. Y junto a Dios el arte, Ia fiesta, la alegría, Ia diversión, Ia
solidaridad y eI buen hacer, buen hacer que tiene un nombre: Andalucía. Y unas
gentes, gentes de corazón grande : Los Andaluces. Gracias jóvenes cofrades de
Ia Vera-Cruz de Andújar, estáis llenando eI futuro de renovada esperanza.
Publicado en
Diario ALMERIA 8 del 10 de 1996