466 Día de la Madre.
Cada
año el primer domingo de mayo celebramos el día de la Madre, una celebración
muy especial teniendo en cuenta la importancia que tienen las madres en nuestras
vidas.
La
mayoría de las personas, de nuestras madres hemos aprendido y hemos descubierto
lo que es:
·
El amor, el cariño, la ternura, la delicadeza, la bondad…
Lo
primero que uno recibe cuando llega a este mundo lo recibe de su madre:
·
La primera mirada, el primer abrazo, la primera caricia, el primer
gesto de cariño, y todo esto podríamos decir que forma ya parte para el resto
de su vida de la genética del recién nacido.
·
Todo esto se graba con fuerza a fuego en el pequeño corazón de la
criatura.
Pero
ya antes, desde que anida en el vientre materno la misión de la madre es
fundamental, pues la pequeña criatura necesita de todo el cuidado.
Es
bueno que la sociedad actual valore en su justa medida el papel de las madres,
no sólo con este tipo de celebraciones, sino también y fundamentalmente dando,
desde las instituciones, las ayudas necesarias para que la mujer no sólo pueda
ser madre, sino que pueda después ejercer su importantísima misión en las
mejores y más favorables condiciones.
A
veces la sociedad actual, tan sumida en el egoísmo, se olvida de lo más
importante:
·
Se olvida de la vida, se olvida del papel importantísimo de la mujer
como ser creador, como ser que dispone de facultades fundamentales en cuanto al
desarrollo de la vida se refiere.
Vivimos
por desgracia un tiempo demasiado radicalizado, en el que la vida precisamente
parece no ser lo prioritario, ni lo que más se cuida:
·
El aborto es una muestra de ello.
·
Determinadas actuaciones genéticas otra muestra.
·
Y otra los millones de niños que mueren, cada día, víctimas: del
hambre, de las enfermedades, de la violencia, de la esclavitud, del abandono,
de la pobreza y de la marginación.
Todo
ello nos da una idea de la poca importancia que esta sociedad, súper
sofisticada, tiene de la vida; y en la misma medida tiene de la madre que queda
arrinconada, aun siendo no sólo el primer eslabón, sino el prioritario, el
fundamental para que la vida exista y además para que exista en las condiciones
adecuadas.
Y a
ti madre, madre querida, gracias:
·
Por darme la vida.
·
Por ocuparte de mí.
·
Por amarme con todas tus fuerzas.
·
Por tus continuos desvelos.
·
Y por enseñarme el amor y la dignidad en el camino de la vida.
Sé
que Dios ya te lo ha premiado, y junto a ti se lo ha premiado a tantos millones
de mujeres que ya gozan contigo, Dios soberano, en el celestial paraíso del
cielo.
Publicada en Diario de
Burgos 3
mayo 2016
Publicada en “Cartas al Director, Tu voz
en la red” Digital 3 de mayo 2016
Publicada
en Diario JAÉN 5 mayo 2016