Jubilación de nuestros compañeros: Juan García pozo, Ascensión Martos, Juan Hervas y Juan Miguel Gascón


Jubilación de nuestros compañeros: Juan García pozo, Ascensión Martos, Juan Hervas y Juan Miguel Gascón

Estimados compañeros, estimados amigos. Es de nuevo un motivo de satisfacción  el estar entre vosotros.

Los años pasan y cada vez vemos todos este acto un poco más cercano. Las canas, las arrugas, las calvas son ya mas frecuentes entre nosotros; pero frente a todo esto la realidad profunda de sentirnos cada día más felices.

El horizonte se presenta claro, sabemos que tenemos que seguir caminando con paso decidido hacia la aventura de una vida cada vez más plena y coherente.

Nuestros compañeros que hoy se jubilan han llegado al final de una meta y esta llegada es el punto de partida para otra etapa que sabrán llenar de cosas nuevas.

El mundo necesita intelectuales que quieran aportar su ciencia para el bien de la sociedad. No podemos esconder los talentos que poseemos hemos de dar a los demás lo dones recibidos y vosotros habéis recibido muchos talentos y muchas cualidades.

No quiero entrar en detalles pasando a relatar aconteceres de cada uno. Si agradecer vuestro empeño por formar a los jóvenes, vuestro empeño por educar por impartir ciencia y cultura, por orientar, por convivir, por ser jóvenes entre los jóvenes, por ser en muchos casos brújulas para guiar sus pasos de niños en muchos casos traviesos y desorientados.

En muchos casos la aventura de la docencia ha sido especialmente difícil hemos tenido que convivir con dragones que han colmado de nerviosismo nuestra agotada paciencia.
En estos  últimos años estamos viviendo muchos de nosotros en la enseñanza secundaria obligatoria tiempos difíciles. La sintonía y armonía entre padres y madres profesores y alumnos no es suficiente. La tendencia de los alumnos a perder el tiempo también es manifiesta y la administración sin mala voluntad en muchos casos parece o deja entreveer que desconfía de nosotros los profesores.
Nosotros los profesores, en muchas ocasiones, estamos sumergidos en la vorágine de la burocracia, no acabamos de despegar para desarrollar nuestra labor poniendo en ella los talentos y las destrezas y habilidades recibidas. No quiero sacar consecuencias negativas de este acto si quiero por el contrario que entendamos todos que nuestra labor es una labor educativa muy importante. Nuestra sociedad nos necesita. Necesita nuestra capacidad de diálogo, necesita nuestro trato comprensivo con los jóvenes, necesita nuestra labor educativa, necesita nuestra ciencia. Necesita que seamos personas abiertas, amables, tolerantes, respetuosas, respetuosas  también <como no> con otras ideas y con otros pensamientos. Nuestra sociedad necesita profesores y profesoras que entreguen su tiempo y su cultura para el bien de toda la juventud. No podemos encerrarnos en nosotros mismos y ver problemas en todo lo que sucede en el Instituto o en el mundo. El Instituto, en concreto,  somos cada uno de nosotros. El Instituto debe ser lugar de acogida, lugar de aprendizaje, lugar en donde entregamos a los demás lo más íntimo de nosotros mismos. Tenemos que aprender a dar y no tener siempre en la boca y en el pensamiento el deseo desmesurado de recibir.

Nuestros compañeros: Juan García pozo, Ascensión Martos, Juan Hervas y Juan Miguel Gascón han realizado su trabajo con sabiduría ciencia y talento. Hoy reciben el premio, el premio a su labor callada y desinteresada durante tantos años. El premio a un día y otro y otro de explicaciones, pizarra, libretas, exámenes y otras tantas actividades docentes. Ya dejan eso y cogen el relevo de la madurez, del descanso, un descanso merecido que les ha de servir para dedicar tiempo a su familia, sus amigos, a sus diversiones, a sus cuidados personales y a tantas cosas más. Poned vuestras metas muy altas. El horizonte es claro y lleno de belleza. Esta etapa docente ha terminado bien. Seguid caminando decididamente hasta llegar a enamoraros de nuevas realidades, de nuevas vivencias. El ser humano cualquiera que sea os espera y vosotros le podéis dar muchas cosas. Todos esperamos algo de vosotros. Gracias por tantos años de trabajo dedicado intensamente a enseñar, a educar y  a convivir. Gracias