579 La Navidad una fiesta solidaria
Para este tiempo navideño que
se acerca es bueno reflexionar sobre algunas cuestiones básicas para vivir
estas celebraciones con sentido de persona comprometida y con sentido
cristiano.
Algunas de estas consideraciones
podrían ser:
Huir del consumismo.
·
En este tiempo en
muchas ocasiones se gasta más de lo que se tiene o al menos más de lo que
necesitamos y casi siempre más de lo que los demás se pueden gastar. Y cuando
hablo de los demás hablo de millones de personas en todo el mundo que viven al
borde de un abismo aterrador, en unas condiciones trágicas y abrumadoras.
Evitar el desenfreno:
·
En un sinfín de fiestas innecesarias e incluso en
muchos casos imprudentes y ahondando más incluso pecaminosas. Dosificar y
controlar nuestros deseos que, empujados por los demás, en muchas ocasiones se
alejan de la sensatez y de la coherencia.
Evitar también la
superficialidad en nuestra conducta y en nuestro modo de proceder, eliminando
de nuestras actuaciones:
·
La chabacanería,
la vulgaridad y los comportamientos groseros.
Procurar con ahínco y
dedicación ser solidarios y generosos en este tiempo de Navidad.
Jesús nace pobre, humilde y
desvalido para enseñarnos la importancia de estar virtudes y para enseñarnos
también el testimonio que podemos dar con el ejemplo:
·
Hay millones de
personas que no tienen apenas nada y viven sumidos en la desesperación y en el
abandono.
·
Otros, muchos
millones, son esclavos. Esclavizados por el egoísmo cruel de los poderosos.
·
Otros viven bajo
el yugo de guerras espantosas.
Un yugo aplastante y aterrador del que
nunca podrán salir.
·
Otros sufren
enfermedades que por su condición de subdesarrollo no pueden afrontar y
necesitan la generosidad de otros.
Generosidad que en tantas ocasiones falta y en otras
no es suficiente
En este tiempo especialmente también
es importante rezar:
·
Rezar para estar
en contacto con ese Jesucristo, nuestro Dios, que nace para redimir al hombre.
Repasar esas oraciones aprendidas de niños que quizás
se nos hayan olvidado.
Visitar, en estos días tan
entrañables, a las personas que viven:
·
La soledad, la
marginación, la enfermedad, la vejez o tantas otras cosas como aquejan al ser
humano tantas veces desamparado, abatido y triste.
Vivir también en este tiempo especialmente el
apostolado de la formación:
·
Hay muchos
cristianos que apenas conocen nada de su fe y necesitan de tu cercanía y de tus
conocimientos para que se le abran los ojos a la luz y al mensaje de una vida
nueva
También es importante cuidar
nuestras tradiciones, hay muchos dispuestos a arrancarnos esa riqueza:
·
Los Belenes, la
Cabalgata de los Reyes Magos, los Villancicos, las celebraciones litúrgicas,
son tradiciones que forman parte de nuestra historia y nadie tiene derecho a
privarnos de ello, ni de burlarse de esos personajes bíblicos ni de todo
aquello que compone las raíces vitales de una tradición viva y pujante.
Vivir también en estos días
especialmente:
·
La concordia, el
dialogo, la comprensión, el cariño, la ternura.
Cuidar apropiadamente el ambiente de familia y el
contacto enriquecedor con los amigos y con tantas personas de las que nos
rodeamos.
Y para terminar, en este
tiempo, perdonar. Perdonar:
·
Con misericordia
y mansedumbre, con delicadeza y cariño, con amor.
Publicada en DIARIO DE ÁVILA
Digital 8 de diciembre de 2016
Publicada en “Cartas al
Director, Tu voz en la red” Digital
19 de diciembre de 2016