18 Gracias Esperanza Macarena.


18  Gracias Esperanza Macarena.

Desde esta tierra nuestra, en la que María de la Cabeza habita, en la cumbre de sierra Morena, para: presidir nuestras acciones, alentar nuestro espíritu y dar fuerza esperanzadamente
impetuosa a nuestra vida, escribo a la reina de todas las esperanzas. Porque aunque no pude asistir al magno acontecimiento de Tu salida procesional, el alma busco sola el aire puro de las alturas celestes y se trasladó para vivir junto a Ti este día grande, ¡¡grande, grande!! en el calendario del amor : ¡¡Y Sevilla se llenó de gloria!! Las campanas que en tantas ocasiones hablan de grandezas, de fiestas, de alegría, han resonado de nuevo, dejando en el aire el eco felicísimo de una gran Esperanza. Todo ha sido una llamada a una profunda experiencia llena de amor; todo nos ha llevado a la expectativa del milagro, ocasión propicia para una sincera reconversión del corazón; las lágrimas han llegado con emoción a nuestro rostro; todo se ha dilatado, para dar cabida a algo especialmente deslumbrante, es la Esperanza.
Ella ha salido, ¡¡cómo no!!, ha salido a Sevilla, se ha mezclado entre su gente, ha vivido, se le ha visto feliz, inmensamente feliz entre los suyos : ¡los preferidos por el amor! Se le ha visto feliz, pero ha llorado: ¡¡ha llorado de emoción!! Y especialmente, ha sentido y siente la maternidad: humana y divina; en una sintonía, indescriptible para el que no comparte el profundo sentimiento de un pueblo de hondas raíces marianas. Todo ha sido grande, Sevilla se ha vestido con el traje majestuoso de una gran fiesta, porque Tú, Macarena, ¡Reina entre las Reinas! has caminado, mecida por el amor inmenso de los más queridos de tus hijos. Pero de nada sirve el amor a la Madre, sino tenemos una disposición incondicional de vivir la vida del Hijo, y el Hijo, como Sevilla bien sabe está en la cruz y muere en ella y......, además nos entrega su evangelio y funda una iglesia; y nos ofrece en plenitud su amor por el cauce fecundo de los sacramentos; y..... Sevilla ha querido, ¡¡querida madre!! por amor: por un amor autentico, transformar Tu dolor en esperanzada y desbordante alegría. Y está dispuesta a seguir los amorosos pasos de su único maestro: Jesús.
D Jaén          Pulsar y leer
Gracias Esperanza Macarena, gracias Sevilla; todo aquí ha sido, es y será, el deslumbrante brillo de una gran luz, una gran luz que inundara de paz el alma; y de esperanza, las grandes tristezas de un pueblo, el andaluz, que busca con anhelante deseo: - Agua, para saciar su sed.
- Trabajo, para dignificar su vida.
- Fe, para descubrir detrás de las estrellas, la Luz que iluminará toda la eternidad.

Publicado en Diario Jaén el 29 del 9 de 1995