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Quiero vivir como la tele.
A través de Alejo Fernández Pérez y Tomás Martín Tamayo, periodista, me ha llegado este curioso artículo; un artículo excelente, pero más aún por la medida de su rica y honda reflexión.
El artículo contiene la oración, ingenua
pero meditada y reflexiva, de un niño; una oración que incluye un mensaje que
puede desgarrar el corazón de muchos padres que, sin querer quizás, podemos
vivir en un mundo perdido. Un mundo tan nuestro; que esta, tremendamente y tristemente,
alejado de nuestros hijos:
·
Este problema es muy actual, dado el mundo:
o Del estrés, de las
prisas y también del individualismo y egoísmo en que vivimos.
Por lo sorprendente y por la delicia ilustrativa
del contenido es digna de ser conocida.
Literalmente transcribo la oración de este
niño:
·
Señor, esta noche te pido algo especial, quisiera
convertirme en un televisor, quisiera ocupar su lugar.
·
Quisiera vivir lo que vive la tele de mi casa:
o Es decir, tener un
cuarto especial para mí y reunir a los miembros de mi familia a mí alrededor.
·
Quisiera ser tomado en serio cuando hablo y
convertirme en el centro de atención al que todos quieren escuchar, sin interrumpirle
ni cuestionarle.
·
Quisiera sentir el cuidado especial que recibe la tele
cuando algo no funciona.
·
Y tener la compañía de mi padre cuando llega a casa,
aunque esté cansado del trabajo.
·
Y que mi madre me busque cuando esté sola y aburrida,
en lugar de ignorarme.
·
Y que mis hermanos se peleen para estar conmigo.
·
Y que pueda divertir a todos, aunque a veces no les
diga nada.
·
Quisiera vivir la sensación de que lo dejan todo para pasar
unos momentos a mi lado.
¡Señor, no te pido mucho, sólo vivir lo
que vive cualquier televisor!
Ser: apreciado, atendido, querido y tenido
en cuenta.
Señor buenas noches. Amén.
Señor buenas noches. Amén.
Publicada en “Cartas al
Director, Tu voz en la red” Digital 5 de
junio 2016
Publicada en DIARIO DE ÁVILA Digital 6 de junio de 2016