Si es
cierto que hace treinta años la información que sobre sexo recibíamos
los jóvenes no era buena; y si que es cierto
también que había muchos tabúes, mucha desinformación, muchas lagunas inexplicables; lagunas que teníamos
que llenar con ingenio,
para poder salir de la
ignorancia. Es cierto también
que es bueno
que esto no
se repita;
para que,
de esta manera, el niño
y la niña, el joven
y la joven reciban una formación acorde con su
edad, con
su entorno,
con su formación, con sus
creencias....
Nadie puede dudar sin embargo que
este tema es muy delicado,
y no basta
con querer informar, sino
que además hay que saber
hacerlo: con
tacto, con delicadeza, con
pudor...
Además
la información que quizás es
válida para gentes con unos
ideales, con
unas creencias, con una
mentalidad... no es válida para
otros; puesto
que el sexo
tiene una orientación
ética que no
podemos olvidar.
Los
cristianos pretendemos o debemos pretender que nuestros hijos
tengan una información, unos
criterios; pero esos mismos
criterios, quizás no valgan
para el agnóstico; puesto que
para él, quizás
el sexo sea
-sólo- un valioso trampolín
para ser feliz: a cualquier
precio y sin
trabas morales. Por eso
considero que educar el sexo es
un tema heterogéneo, que exige un calibre
distinto para cada uno;
porque existen muchos matices, muchos detalles que pueden o no pueden servir de pauta.
Es
por eso,
por lo que
cuando se organizan
exposiciones sobre sexo; se
organizan: conferencias, coloquios, etcétera, hay que
estar sobre aviso; no
porque seamos retrógrados, sino porque quizás esa información
que para usted es afortunada: según sus criterios, para mí: según mis
ideales puede ser nefasta,
desafortunada o contradictoria.
Podemos
pedir que por
favor se nos
respete y no
se involucre a nuestros hijos
en informaciones que nosotros sus
padres o - en otro caso-
nosotras sus madres, para ellos,
no queremos.
Por
otro lado creo
que bajo la
tapadera de la información sobre el SIDA existen connotaciones que van más allá
de lo puramente
informativo. Creo que la Junta de Andalucía
se extralimita en ocasiones y
ofrece unas informaciones partidistas y no libres de un “algo”
de libertinaje sexual que puede
ocasionar en el joven o
la joven un
caos mental que difícilmente podremos arreglar después.
En
general, sobre
estos temas, hoy, hay noticias que
al menos son
bastantes chocantes, por
ejemplo:
"Extremadura quiere habilitar espacios para que los
jóvenes hagan el amor". ¿No es esto,
o puede ser, una provocación; una señal
de libertinaje inmoral ausente de valores? ¿No se pierde, en
gran medida, de esta
manera, el auténtico fin de los actos?
Otra
noticia:
"Los institutos de Francia facilitan
gratis la píldora
“del día siguiente” a sus alumnos". ¡Pienso
que denigrante! Puesto que el sexo sin criterios, sin fundamento, sin un
porque claro y definido deforma el interior del ser humano.