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niña que predijo su muerte.
En un bello relato Blanca Ruiz nos cuenta: deliciosas,
enternecedoras, heroicas y a la vez tristes pinceladas de la vida de la niña María
del Carmen González-Valerio. Y nos dice: María del Carmen tenía nueve años cuando
murió. Actualmente es Sierva de Dios. Y durante el pontificado de San Juan
Pablo II, en 1996, se abrió su proceso de canonización….
La pequeña María del Carmen era la segunda de cinco
hermanos y desde que nació sufrió graves problemas de corazón.
A su padre lo mataron durante la persecución religiosa
de la Guerra Civil española, cuando ella tenía tan solo 6 años.
Antes de morir, su padre pidió a su madre que dijera a
sus hijos cuando fueran mayores:
·
“He luchado y dado mi vida por Dios y por
España, para que se os pueda educar en una España católica donde el crucifijo
presida todas las escuelas”.
La pequeña Mari Carmen rezaba cada día por los
asesinos de su padre y en especial por el presidente de la Segunda República Española,
Manuel Azaña.
Durante el periodo del gobierno de Azaña, desde 1931, la
persecución religiosa fue especialmente dura.
Según cuentan los que siguen la causa de
beatificación, Mari Carmen un día en Misa preguntó a su abuela qué
significaba “entregarse”, a lo que la anciana contestó:
·
“Entregarse es darse por entero a Dios y pertenecerle
completamente”.
Poco después la niña enfermó de escarlatina; enfermedad
que se fue agravando con el paso de los días. La pequeña no pidió en ningún
momento que Dios la salvara, sino que repetía:
·
“Que se haga Su voluntad”.
Mari Carmen sufrió mucho durante su enfermedad.
Tiempo después la pequeña afirmó:
·
“La Virgen María vendrá a buscarme el día de mi santo,
16 de julio”.
Pero cuando se enteró de que una de sus tías se casaba
ese día, anunció:
·
“Moriré el día siguiente”.
Y así fue. El 17 de julio de 1939, anunció sentada en
la cama, a pesar de que era una postura en la que no podía estar desde que
enfermó:
·
“Hoy me voy a morir. ¡Me voy al Cielo!”
Antes de morir, estando junto con sus hermanos y su
madre, la pequeña les dijo:
·
"Ámense unos a otros"
Y después, con mucha paz, murió.
Patricia Gómez Acebo, de la Asociación de Amigos de la
Causa de Beatificación de Mari Carmen González-Valerio, dijo a ACI Prensa que
en los últimos días de su vida, la niña intuía la presencia cercana de la Madre
de Dios y los ángeles.
También afirman que en el momento de su muerte pudo
escuchar el canto de los ángeles y que su partida al Padre ocurrió acompañada
de la Virgen María.
A pesar de que la enfermedad la había dejado deformada
físicamente, uno de sus tíos apuntó cómo su rostro se iba normalizando al
momento de su muerte y que un dulce perfume emanó de su cuerpo.
Cuando Manuel Azaña murió el 3 de noviembre de 1940,
un año y cuatro meses después de la muerte de Mari Carmen, el Obispo de una
diócesis francesa se encontraba con el expresidente de la Segunda República
española. Según declaró el Prelado posteriormente:
·
“Azaña recibió con toda lucidez el sacramento de la
penitencia, expirando en el amor de Dios y con la esperanza de verlo”.
Por ello la pequeña había rezado y ofrecido sus
dolores hasta la muerte.
Actualmente la causa de canonización de Mari Carmen
González-Valerio se encuentra abierta y la difusión de su devoción llega a los
cinco continentes.
Publicada en DIARIO DE ÁVILA
Digital 21 octubre de 2016
Publicada en Diario de Burgos 21 de octubre de 2016
Publicada en “Cartas al
Director, Tu voz en la red” Digital
24
octubre de 2016