120 Quejarse
no, actuar sí.
En una reunión, hace unos días, ante las cosas
malas que existen, el Papa decía a un grupo de cristianos comprometidos. Muchas
veces decimos: “Qué barbaridad, como es posible” “Que injusticia, es tremendo”
“Qué desastre” Pero seguía diciendo el Papa: “Y nosotros que hacemos, aparte de
quejarnos: ¡actuamos!”
En muchas ocasiones utilizamos frases como: “Qué
vergüenza” ¿Pero ante esto qué hacemos? Ponemos los medios. Y como decimos
también a veces: “Hay que ver cómo está todo” pero nosotros seguimos igual. O sea:
quejas muchas, echándonos las manos a la cabeza muchas veces, pero remangarnos
y coger lo que sea necesario para afrontar la cuestión, para hacer lo que haga
falta y arreglar esta u otra cuestión, eso lo hacemos pocas veces. Nos quedamos
en la mayoría de los casos en las buenas intenciones y no salimos de ahí.
Por lo tanto es bueno que nos decidamos a
reaccionar positivamente y que aprendamos a actuar, a poner manos a la obra. Destruir,
demoler, criticar, chismorrear: es fácil; lo difícil es: construir, elaborar un
plan de trabajo, meter el hombro en una obra social, colaborar en reconstruir
cuando ha habido una catástrofe, poner de nuestra parte.
¿Qué hace falta dinero? lo busco para darlo; ¿Qué hace
falta labores administrativas? buscamos a las personas idóneas; ¿Qué se
necesitan médicos? vamos y los reclamamos con urgencia, pues puede ser una
necesidad perentoria. Siempre activos, dispuestos a ser uno más en aquella tarea
o en aquella otra.
Si sabemos que hay un barrio marginal en donde podamos
aportar algo: acudimos y vemos y nos informamos de lo que podemos hacer. Se
puede ayudar: En la construcción; para proporcionar alimentos; para
proporcionar un consultorio médico o una escuela para niños o un centro de
formación cristiana o una iglesia. Es bueno además informarse en el centro
adecuado para realizar actividades sociales adecuadas y no perder el tiempo ni el
dinero en ONG no seguras.
Cáritas en muchos lugares nos puede orientar en
este terreno de ayuda social. También en las parroquias podemos: dar catequesis,
ayudar a los necesitados de la parroquia, ayudar en todo tipo de labores
parroquiales, ayudar en actividades juveniles, ayudar en la educación, ayudar
en la liturgia.
No ir a sitios dudosos o inseguros donde no
sabemos claramente el ideario o los principios básicos de sus actividades. En
algunos sitios nos pueden dar gato por liebre. Se han detectado, en estos
últimos años, muchas ONG fraudulentas que utilizaban los medios a su alcance
desviando el fin de la ayuda. Esto es tremendo y demuestra las entrañas de
maldad de muchas personas.
Muchos abusan y se gastan el dinero de las ayudas,
otros despilfarran, otros se pierden ellos y pierden el dinero no se sabe dónde.
No seamos ingenuos las cosas están como están y no nos podemos fiar, por
desgracia la realidad social está así. Ayudemos siempre pero asegurando a quien
y como.
Publicada en “Cartas al Director, Tu voz en la red” Digital 29 de julio de
2014
Publicado en Forumlibertas.com 30 de julio de 2014