437 El Papa llora con los
refugiados.
El 16 de abril de 2016 el Santo Padre ha realizado una
histórica visita a la isla griega de Lesbos, en Grecia, donde se encontró con
cientos de personas en uno de los campos
de refugiados. Los refugiados proceden de: Irak, Afganistán, Siria,
África… y de muchos más países. El Papa ha saludado a unos 300 de estos
prófugos, uno a uno, poniendo en ello amor y ternura. Junto a él estaban el
Patriarca Ecuménico Bartolomé y el Arzobispo Jerónimo. Los tres unidos como
signo de la unidad en la caridad de todos los discípulos del Señor.
El Santo Padre nos dice:
·
“Muchos de ellos eran niños y algunos de ellos, con inmensa tristeza y
desaliento, y con el corazón roto, han asistido a la muerte de sus padres y compañeros”.
Francisco narró con especial detalle, y muy afectado,
el caso de un refugiado que le contó su dramática historia:
·
"Quiero contar un caso particular, de un hombre joven, no tiene ni 40
años. Lo he encontrado ayer con sus dos hijos. Él es musulmán y me ha contado
que estaba casado con una chica cristiana. Se amaban y respetaban ambos, pero
por desgracia esta chica fue degollada
por los terroristas porque no quiso negar a Cristo y abandonar su
fe. Es una mártir. Ese hombre lloraba mucho”.
Y en el vuelo de regreso a Roma, con desaliento, confesó
a los periodistas:
·
“Hoy, de verdad, daban ganas de llorar".
·
Considero que ha sido un "viaje muy, muy triste" por la dramática
y tremenda situación de los refugiados.
Y, continúa
Francisco. Traje unos dibujos para mostrárselos:
·
¿Qué quieren estos niños?: Paz.
·
¿Qué han visto estos niños?:
o
Este es un dibujo en el que se ve a un niño que se ahoga. Esto lo tienen en
el corazón.
o
Hoy, lo reitero con profunda emoción, he tenido ganas de llorar.
Y, Francisco nos enseña otro dibujo:
·
Uno dibujó al sol llorando. ¡Recuerdan esto!
Pero si el sol
es capaz de llorar, también a nosotros nos hará bien una lágrima.
Y
para terminar esta cadena de emociones: “Las más duras lágrimas”.
·
Fueron durante su visita al Campo de Refugiados de
Moria, una niña conmovió al mundo con sus lágrimas. En cuanto tuvo al Papa
cerca se postró a sus pies y estalló en un profundo llanto. El Papa la levantó
y trató de darle consuelo mientras escuchaba el desgarrador relato de su familia.
Y
Francisco, al final y abatido, nos dice:
·
“Hoy ha sido el viaje más triste y difícil que he realizado”.
Publicada en DIARIO DE ÁVILA Digital 18 de abril de 2016
Publicada en “Cartas al Director,
Tu voz en la red” Digital 19 de abril 2016
Publicado en La Nueva España. Prensa Asturiana. Digital. 19 de
abril 2016
Publicado en Periódico de Extremadura.
Digital.
20 de abril
2016