518 Vicario general
del Opus Dei.
Mariano Fazio nacido en 1960
en Buenos Aires, doctor en
Filosofía y licenciado en Historia, desde el año 2014, es uno de los 2 Vicarios
Generales del Opus Dei. Y es amigo personal del papa Francisco.
Él quería pasar, y así lo ha hecho, una temporada de
descanso y formación en Galicia porque sus bisabuelos por parte de madre eran
de Laxe. A Coruña. Y nos dice:
·
«Quería
profundizar en mis raíces y me he sentido muy en mi casa desde el primer
momento, afirma. Hasta ha completado una etapa del Camino. Confieso estar sorprendido
por la belleza natural y cultural de Galicia, pero en particular pienso que
aquí hay un tesoro espiritual, que son los restos del Apóstol».
¿Cómo argentino y
latinoamericano, qué está suponiendo para ustedes el papado de Francisco?:
·
Es una
bendición de Dios. Como creyente considero que cada papa es el que el Espíritu
Santo quiere para cada momento de la Iglesia. El mundo está atravesando una
etapa de mucho individualismo, frialdad, de violencia y el papa da cercanía,
misericordia y compasión. Es un mensaje que está llegando a mucha gente,
también a aquellos que estaban muy apartados de la Iglesia.
Conoció al papa antes de ser
papa y ahora. ¿En qué ha cambiado?
·
Es la
misma persona, con la misma profunda vida espiritual, algo que a veces no se
termina de subrayar, pero todo lo que hace y todos los gestos que tiene son una
consecuencia de su unión con Dios.
¿Qué relación tiene el Opus
Dei con este papa?
·
Él
siempre apreció el mensaje del Opus Dei, que es la santificación en medio del
mundo. Ha manifestado alguna vez que él es anticlerical, en el sentido de que
la Iglesia no son solamente los sacerdotes, y que no son solo los sacerdotes
los que tienen que llevar a cabo la evangelización, sino que en medio del mundo
todos tenemos que dar a conocer a Cristo. Ese es el mensaje del Opus Dei, por
lo cual hay sintonía total.
¿Cuál es la situación del
Opus Dei en el mundo?
·
La Obra
está en medio del mundo, el mensaje es la santificación del mundo, por lo tanto
tenemos los mismos desafíos que tienen todas las personas que quieren vivir con
coherencia su fe en un mundo secularizado. Gracias a Dios, somos más de 90.000
personas, estamos presentes en setenta países y hay proyectos de expansión,
pero a su vez, como cualquier otra institución de la Iglesia, notamos que,
sociológicamente, es más difícil hacer pasar el mensaje cristiano.
Usted ha escrito muchos
libros sobre la secularización de las sociedades modernas, ¿cómo valora este
fenómeno?
·
La
secularización en sentido malo es organizar la vida individual, social y
mundial con independencia de Dios, como si Dios no existiera. Eso crea un
desierto espiritual, tristeza, angustia, pesimismo y depresión porque, como
dice san Agustín, estamos hechos para Dios. Pero hay también una secularización
buena, distinguir entre religión y política, Iglesia y Estado.
Distinguir, que no significa oponer. Tenemos que colaborar todos con el bien de
la humanidad, pero cada uno en su sitio. el clericalismo no es cristiano.
¿Siente que se ha pasado de
un ateísmo pacífico a una agresión a la Iglesia católica?
·
El Señor
ya dijo que quienes lo siguieran iban a sufrir, que cada uno tiene que cargar
con su cruz, que el discípulo no es menor que el maestro y que por lo tanto si
el Señor fue condenado a muerte injustamente los cristianos que quieran seguir
muy cerca del Señor van a sufrir también. El evangelio, la cruz, es signo de
contradicción y lo importante es no perder la sal, la luz del mundo que dice el
Señor que tenemos que ser los cristianos.
Fuente: La Voz de Galicia.
Publicada en DIARIO DE ÁVILA Digital 17 de agosto de 2016
Publicada en Diario de Burgos 17 de agosto de 2016
Publicada en “Cartas al
Director, Tu voz en la red” Digital
3 de septiembre de 2016.