231 No en Kenia al Califato Islámico.
El
gobierno de Kenia identificó a Mohamed Mohamud, como el autor intelectual
del atentado del jueves 2 de abril en la
Universidad de Garissa, donde murieron 147 personas.
Al
Shabaab, un grupo vinculado a Al Qaeda con base en Somalia, es señalado como el
responsable del ataque.
Mohamud
tiene una extensa red terrorista en Kenia, según CNN.
Los
miembros de la milicia Somalí AlShabaab
empezaron disparando de manera indiscriminada, pero después separaron a los
alumnos musulmanes y se cebaron con los cristianos.
Tres
estudiantes fueron asesinadas cuando los asaltantes descubrieron que eran
cristianas: “El error fue que dijeron: <<Jesús, sálvanos por
favor>>. Ahí es cuando empezaron a dispararles”, explicó Reuben Mwavita,
de 21 años.
El
ataque empezó de madrugada, antes de que despertaran en Garissa, una ciudad de
mayoría musulmana a 150 kilómetros de la frontera con Somalia.
Un
comando de cinco hombres armados mató a los dos guardias encargados de la
seguridad del Campus, que había recibido amenazas. El ataque duró 16 horas,
durante las cuales retuvieron a 400 de los más de 800 alumnos. Se sospecha que
algunos heridos murieron terriblemente tras horas de agonía sin poder recibir
atención médica.
El
grupo terrorista advirtió que los atentados continuarán y prometió: “Un nuevo baño de
sangre" en
Kenia.
La
amenaza recibió una respuesta tajante de Nathif Jama Adam, gobernador del
condado de Garissa. Quien indico:
·
“Que
los terroristas se dejan llevar por la destrucción y buscan la división entre
musulmanes y no musulmanes; y esto es algo que necesitamos combatir. Tambien
estallo contra quienes ayudaron en la masacre”.
El
mandatario de Kenia, Uhuru Kenyatta, también se refirió duramente contra el grupo
terrorista y sus seguidores y dijo en un discurso televisado a nivel nacional:
·
“La
lucha del país contra el terrorismo ha sido más difícil por el hecho de que
quienes planean y financian esta brutalidad se encuentran en nuestras
comunidades y fueron, al principio, gente común”.
Kenyatta,
con fuerza y enérgicamente:
·
“Condenó
la corrupción de los peores criminales de Kenia, que financian, esconden y
reclutan en nombre de Al Shabaab.
·
“Describió
a la organización terrorista como una amenaza contra la existencia de nuestra
república”.
·
“E
instó a sus compañeros a decirle a aquellos que creen que un Califato Islámico es
posible en Kenia que les digan que no, pues somos un estado indivisible,
soberano y democrático”.
·
“Tambien
dijo que esta pelea nunca terminará”.
·
“Y
añadió: Nuestros padres sangraron y murieron por esta nación y nosotros haremos
lo que sea para defenderla”.
Reflexión:
¿Por
qué el mundo no ha dicho JeSuisKenyan?
¿Por
qué la matanza en Kenia no ha tenido tanta resonancia como lo ocurrido en París
y en Túnez?
Acontecimientos:
7 de enero de 2015:
·
Dos terroristas
irrumpieron en la redacción del semanario francés Charlie Hebdo en París y mataron a doce
personas. El crimen estremeció al mundo, despertando una ola de solidaridad
nunca antes vista hacia un medio de comunicación y en rechazo hacia el grave
atentado cometido contra la libertad de expresión.
18 de marzo de 2015:
·
Tres
terroristas de un grupo relacionado con los yihadistas de Estado Islámico
irrumpieron en el Museo Nacional de El Bardo, en Túnez, y matan a 23 personas.
La condena del mundo occidental no se hizo esperar con demostraciones de
seguridad hacia Túnez, pequeño país del norte de África.
2 de abril de 2015:
·
Un
comando de la agrupación
yihadista Al Shabab mata a 148 estudiantes de la Universidad de
Garissa, cerca de la frontera entre Kenia y Somalia. En un ritual macabro, los
terroristas de Al Shabab, aliados de Al Qaeda, separaron a los musulmanes de
los cristianos y masacraron a estos últimos, en una interminable orgía de sangre.
¿Por
qué, sabiendo la magnitud de lo que pasó en Kenia, no tiene tanta resonancia
como lo ocurrido con Charlie Hebdo y el atentado en el Museo de El Bardo?
Todos
nos hemos hecho una imagen preconcebida de África, como si condenáramos de por
sí al ostracismo o al aislamiento o al olvido a un continente con problemas
ancestrales de hambre, miseria y violencia.
Algo
parecido obró en la mente occidentalizada cuando en los ochenta nos decían que
los africanos se estaban literalmente consumiendo por el hambre y no hicimos
nada hasta que vimos el escenario apocalíptico en las sabanas etíopes. No era
nuestra realidad, era la de los muchos y pobres africanos de piel oscura.
Las
víctimas no escogen dónde nacen, simplemente son de donde son. Este
razonamiento debería servirnos para dejar de clasificar a las víctimas por su
nacionalidad, credo, color de piel y sentar ya una unísona voz de protesta
contra la barbarie que aniquila la vida en nombre de una verdad retorcida de la
religión.
Fuente:
Tiempo. Digital. Honduras.
Publicada
en “Cartas al Director, Tu voz en la red” Digital 12 abril de 2015
Publicado en Forumlibertas.com 13 abril de 2015