103    La Pasión:  de Sevilla a Linares.
¡Sevilla! ¡Lunes Santo!... Paso procesional.
Ya de recogida, cerca de su templo, un lugar emblemático: ¡Arco del postigo!....
Azulejo conmemorativo el Arco del Postigo
Bajo las trabajaderas muchos corazones laten. ¡Pero en un instante! En un instante, incomprensiblemente, uno de esos corazones dejan de latir. El joven cae fulminante. Llevaba a Cristo y Cristo se lo llevó  a él. El postigo de la tierra: El “postigo de Sevilla” se abrió fugazmente hacia la eternidad. El Cristo de la hermandad de las Aguas le dio a él... El agua viva, con la que saltó, sorprendentemente, a la vida eterna.
¡Allí, -él- ya no tendrá más sed!...
Impresionante, conmovedor, sobrecogedor... .Y muy, muy emotivo. Dolor y alegría, tristeza y esperanza, corazón maltrecho y alma rebosante. Y todo en un breve instante.... .
¡Linares! ¡Viernes Santo! Corredera de San Marcos...
Enmudece la noche. Se oscurece -por un instante-, más aún, el cielo. Pasa el fúnebre cortejo del Entierro Santo de  Nuestro Señor. Cristo yace en el cadalso.
Cortejo fúnebre del Santo Entierro 
En una ventana, cerca de donde pasa el cortejo,  una mujer joven: una bella y espléndida mujer...  Ella: Muy amante de la tradición, cofradiera ilusionada, cristiana comprometida, enamorada de la vida...  Ella: la dulce y bella Nieves, vive -junto a su Cristo- el drama del dolor. La vida se le va. A lo lejos, oye, el tenue, susurro de los tambores. Nota inconsciente el murmullo de los suyos.... . Su vida se consume. Nieves, nuestra querida Nieves: se  nos ha ido, ha volado, con las alas de ese joven corazón enamorado...  Ya hay: "Otro Cristo" para esa  cruz vacía que pasa... Y tras ella otra nueva soledad: fúnebre soledad, para un hogar lleno de juventud
¡Pero uno, mira al cielo! ¡y en él! Ve una luna llena: espléndida, maravillosa, exuberante de luz... Es la eterna dicotomía: esplendor en el cielo y luto en la tierra. ¡Es: Viernes Santo!



Publicado en Diario JAÉN    8 - 4 - 1999

Nota: Mª Nieves procede de Cartagena y de allí le viene su profunda devoción por la Semana Santa y Cristo desde la Semana Santa se la lleva al Cielo y allí esta gozando apasionadamente del Bienestar Eterno